Entierro de DURRUTI
Féretro de Buenaventura Durruti, el líder anarquista muerto en la defensa de la capital. Foto Archivo General de la Administración Civil del Estado A.G.A.C.E. |
El día 22 es trasladado a Barcelona, y es enterrado el 23 de noviembre. Su cortejo se convierte en una inmensa manifestación, según la prensa del día, se congregan más de medio millón de personas alrededor de su ataúd, cubierto con banderas rojinegras. Desde el principio fue evidente que la bala que había matado a Durruti había alcanzado también el corazón de Barcelona. Se calcula que uno de cada cuatro habitantes de la ciudad había acompañado su féretro, sin contar las masas que flanqueaban las calles, miraban por las ventanas y ocupaban los tejados e incluso los árboles de las Ramblas. Todos los partidos y organizaciones sindicales sin distinción habían convocado a sus miembros. Al lado de las banderas de los anarquistas flameaban sobre la multitud los colores de todos los grupos antifascistas de España. Era un espectáculo grandioso, imponente y extravagante; nadie había guiado, organizado ni ordenado a esas masas. Nada salía de acuerdo a lo planeado. Reinaba un caos inaudito. El comienzo del funeral había sido fijado para las diez. Ya una hora antes era imposible acercarse a la casa del Comité Regional Anarquista.
Los obreros de todas las fábricas de Barcelona se habían congregado, se
entreveraban y se impedían mutuamente el paso. A las diez y media, el
ataúd de Durruti, cubierto con una bandera rojinegra, salió de la casa
de los anarquistas llevado en hombros por los milicianos de su columna.
Las masas dieron el último saludo con el puño en alto.
Entonaron el himno anarquista "Hijos del pueblo". Se despertó una gran
emoción. Las motocicletas rugían, los coches tocaban la bocina, los
oficiales de las milicias hacían señales con sus silbatos, y los
portadores del féretro no podían avanzar. Los puños seguían en alto. Por
último cesó la música, descendieron los puños y se volvió a escuchar el
estruendo de la muchedumbre en cuyo seno, sobre los hombros de sus
compañeros, reposaba Durruti.
Pasó
por lo menos media hora antes que se despejara la calle para que la
comitiva pudiera iniciar su marcha. Transcurrieron varias horas hasta
que llegó a la plaza Cataluña, situada sólo a unos centenares de metros
de allí. Los jinetes del escuadrón se abrieron paso, cada uno por su
lado. Los coches cargados de coronas dieron un rodeo por las calles
laterales para incorporarse por cualquier parte al cortejo fúnebre.
Todos gritaban a más no poder.
No, no eran las exequias de un rey, era un sepelio organizado por el
pueblo. Nadie daba órdenes, todo ocurría espontáneamente. Reinaba lo
imprevisible. Era simplemente un funeral anarquista, y allí residía su
majestad. Tenía aspectos extravagantes, pero nunca perdía su grandeza
extraña y lúgubre. Los discursos fúnebres se pronunciaron al pie de la
columna de Colón, no muy lejos del sitio donde una vez había luchado y
caído a su lado el mejor amigo de Durruti.
Se
había dispuesto que la comitiva fúnebre se disolviera después de los
discursos. Sólo algunos amigos de Durruti debían acompañar el coche
fúnebre al cementerio. Pero este programa no pudo cumplirse. Las masas
no se movieron de su sitio; ya habían ocupado el cementerio, y el camino
hacia la tumba estaba bloqueado. Era difícil avanzar, pues, para colmo,
miles de coronas habían vuelto intransitables las alamedas del
cementerio. Caía la noche. Comenzó a llover otra vez. Pronto la lluvia
se hizo torrencial y el cementerio se convirtió en un pantano donde se
ahogaban las coronas. A último momento se decidió postergar el sepelio.
Los portadores del féretro regresaron de la tumba y condujeron su carga a
la capilla ardiente. Durruti fue enterrado al día siguiente".
http://pacosalud.blogspot.com/2010/11/entierro-de-durruti.html
"El entierro de Durruti" (1936) es un reportaje del Sindicato Único de
Espectáculos Públicos. El fragmento conservado de la versión española
corresponde al principio de la película y contiene una largo texto
biográfico, en el que se intercalan imágenes fotográficas de Durruti así
como algunos fragmentos de la serie "Aguiluchos de la FAI" en los que
aparece. El material termina a los pocos segundos de iniciarse las
imágenes del cortejo fúnebre que recorrió Barcelona partiendo del
edificio del sindicato en Vía Layetana.
El material, conservado en el MOMA se inicia con una versión más reducida del texto biográfico, montando a continuación las imágenes de Durruti en el frente de Aragón, que proceden de "Aguiluchos de la FAI". La multitud aguarda la salida del féretro delante del edificio central de la CNT/FAI, la locución indica que mas de 400.000 personas acompañaron y contemplaron el paso del cortejo que recorre la Plaza de Cataluña y otros puntos céntricos de la ciudad. A su vez, va señalando la presencia del President Companys, del Ministro García Oliver y de otras personalidades. A su paso ante el consulado de los EE.UU, se señala que la bandera americana ondea a media asta. El cortejo fúnebre se despide y el ataúd, en un automóvil, sigue camino hacia el cementerio.
El material, conservado en el MOMA se inicia con una versión más reducida del texto biográfico, montando a continuación las imágenes de Durruti en el frente de Aragón, que proceden de "Aguiluchos de la FAI". La multitud aguarda la salida del féretro delante del edificio central de la CNT/FAI, la locución indica que mas de 400.000 personas acompañaron y contemplaron el paso del cortejo que recorre la Plaza de Cataluña y otros puntos céntricos de la ciudad. A su vez, va señalando la presencia del President Companys, del Ministro García Oliver y de otras personalidades. A su paso ante el consulado de los EE.UU, se señala que la bandera americana ondea a media asta. El cortejo fúnebre se despide y el ataúd, en un automóvil, sigue camino hacia el cementerio.
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